BUEN DISCURSO
Barahona.
El discurso
pronunciado al país por el presidente Dando Medina en ocasión del 173
aniversario de la Independencia Nacional puede catalogarse como bueno. La pieza
que en su contexto era una rendición de cuentas, cumplió su cometido en cuanto
al detalle de lo realizado el año pasado, el que a su vez completa lo acaecido
en su primer cuatrienio. Avalado en datos, el mandatario se refirió a los
puntos re- saltables de su administración destacando logros en cuanto a ' la
estabilidad macroeconómica, construcción de infraestructuras escolares y
viales, lucha contra la pobreza, creación de empleos, agua potable,
electricidad y turismo, entre otros.
Pero esos son
desgloses comprensibles para este tipo de alocuciones, y por tanto, la calificación
positiva que se le da a la pieza se establece por las cosas que dijo fuera del
marco dé la rendición, como el aumento salarial a los policías y donde tocó
importantes temas de preocupación nacional, asumiendo compromisos en cuanto %
ellos. Su promesa de que con el admitido caso de corrupción de la multinacional
Odebrecht no habrá vacas sagradas y que ge llegará hasta las últimas
consecuencias, es el punto modal del discurso y el que lo convierte en bueno.
Y es que independientemente
a la calentura de las voces que gritan (con razón) cárcel para los corruptos,
en un estado de derecho es al Ministerio Público y no al Presidente que
corresponde, y previo al debido cumplimiento procesal, accionar en ese sentido
y elaborar los expedientes a ser conocidos por la justicia. Por tanto, al dar
garantías para que la Procuraduría actúe sin contemplaciones, Danilo Medina
hizo lo que se tiene que hacer.
El “caiga quien
caiga” frente al tema de Odebrecht se convierte en un grito de guerra contra la
impunidad, pero también será el principal reto del Gobierno.
Su explicación en
cuanto a la lucha de intereses económicos que se esconde detrás de los ataques
a las plantas termoeléctricas de Punta Catalina, y su presión para que las
mismas sean detenidas, así como su convicción de que hasta tanto no se le
demuestre técnicamente lo contrario, las mismas seguirán su cronograma de
ejecución, mostró a un gobernante decidido y comprometido con el interés
nacional.
Medina también
manda un útil mensaje a ciertos oídos intolerantes cuando al declararse su
aliado, valora las críticas de los movimientos ciudadanos y aterriza al admitir
que pese a los esfuerzos realizados, el país tiene todavía muchas tareas y
retos pendientes para los que se necesita de la voluntad, el espíritu y el
concurso de todos los ciudadanos. Faltaron temas, pero fue un buen discurso.
Leave a Comment