La orden del Presidente
Por Olmedo Urbáez
Barahona.
No fue suficiente el asesinato de un hombre de bien que
ejercía con honor su trabajo, pero que fue sor-prendido por una banda criminal
liderada por John Percival Matos que iba dispuesta a todo para lograr su
cometido. El hecho fue en septiembre pasado y según la Policía no tenían pistas
de los culpables.
Tampoco fue suficiente el historial que cargaba este joven
que se dio a conocer a nivel nacional en el año 2011 a raíz del robo de una
avioneta que desapareció "misteriosamente" del aeropuerto Joaquín Balaguer
y que luego apareció en Venezuela donde se presume regresaría al país cargada
de drogas. Percival Matos fue detenido y acusado por este hecho, pero salió
¡leso y ese capítulo engavetado. Algo más interesante es que en todas las
imágenes que se tienen de él siempre mostraba una actitud desafiante como quien
tenía asegurada su victoria.
Algo curioso del hecho de la avioneta y que se repitió
bastante en los últimos sucesos-de John Percival Matos fueron las repuestas de
su padre, justificando las acciones o queriendo taparlas mencionando otros
hechos que a su parecer son peores, como si destapar otros delitos hace a su
hijo más ¡nocente.
Desde ese momento en-tendí que ese joven era pro-ducto de
una mala crianza, de padres permisivos que formaron a un hijo sin respeto a las
autoridades, a las leyes y mucho menos a los seres humanos, no existía moral ni
valores en él, cosa que quedó demostrada en sus últimos actos.
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